-Me pregunto de qué me conoces como para expandir tus opiniones y sucesos de esta forma. Para pretender que esté ahora cuando hemos vivido en la ignorancia, en desconocimiento, de nuestras personas desde que nacimos. No nos conocemos y decides confiar en mí. Yo no tengo nada que ofrecerte...
-Sí, me haces sentir segura, a salvo tras este vendaval. Sin darte cuenta me secas las lágrimas. No pretendo enamorarte si es a lo que tienes miedo, no pretendo enamorar a nadie. Sólo queda esperar a Septiembre.
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