jueves, 12 de mayo de 2011

''Sálvame de este frío mortal en la piel.''

Mucha gente celebra muchas cosas. Celebran cosas buenas porque son buenas o cosas malas pensado que son buenas. ¿Y si en el momento de una celebración tu ánimo prefiere contraerse hasta ocupar el más reducido de los lugares? ¿Se debe de hacer tripas corazón y salir vistiendo una sonrisa? Bueno, sinceramente no hay mucho que contrariar, a todo el mundo le gusta estar feliz pero para eso necesitamos un buen motivo (o por lo menos antes era así). De repente es una obligación mostrar los colmillos como si nada pasase... ¡Qué egoístas llegamos a ser! Pero sobre todo nos vence el orgullo cuando conseguimos festejar el más triste de los momentos. No vale excusarse, todo el mundo ha actuado así alguna vez; dejamos en el suelo el corazón y nos vencen actutides que no son naturales.



Y no, los funerales no se celebran; se encienden con un mechero y se deja agotar la cera y la llama esperando a que llegue el momento de volver a colocar una nueva vela por otra persona que vuelve a las quimeras de la noche apacible.

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