Y si susurras y pronuncias mi nombre no dudes en metamorfosear los pensamientos que compartes conmigo en una bella y simple sonrisa. Leve surco curvado debajo de la nariz. Luego piensa en la locura y en lo poco que la aprovechamos.
Bloquea mis pasos para que deje esta sensación de quemar mi piel, no me dejes continuar. Pulsa el botón que decelera los latidos del corazón. Pero sobre todo haz que pare de escribir, porque hoy me podrías encontrar.
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