lunes, 18 de julio de 2011

Indeterminación.

El infinito abarca tantas cosas que es imposible determinarlo, además, determinarlo supondría el hecho de quitarle su significado pues siempre se le puede añadir algo más... una situación más.

Y pretender entender que jamás llegaré a ese extremo tan infactible, a nada tan posible como la colisión intencionada de dos personas: Las mismas dos personas de siempre. Normalmente me suelo decir que es mejor dejarse llevar, pero en estos momentos mis extremidades pesan como rocas y ninguna situación es capaz de ablandar la superficie de mis dedos para acariciar tu espalda sin que me sorprenda como tus omóplatos se convierten en pequeñas colinas a escalar. Y lo curioso es que lo veo, pero no hay ninguna razón por la que lo deba sentir.



Nunca nadie nos envidió. Puede llegar a ser tan difícil esto, por lo que la gente huye sin miramientos a nuestro alrededor.

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