Llevo años rondando los lugares más representativos de la ciudad y no te vi por ninguno. Es lógico, tú nunca solías estar donde todas las calles se juntaban. Ese no era tu sitio, pero mira que yo me sigo empeñando en encontrarme contigo al girar la gran Avenida y poder reconocer tu cara después de todos estos años. Como puedes suponer no tenía ilusión alguna de dar contigo, creía que aquella promesa que nos hicimos aquel día era una simple bobada de esas que se ven muy claras en un presente pero son completamente imposibles en un futuro. Te eché de menos, no me preguntes por qué cuando ni siquiera sé si alguna vez pude amarte con todas sus letras y espacios. Pero te eché de menos, eso es verdad. Y las lineas que escribí aquella noche en mi guarida se hicieron realidad. Entre café, el llanto natural y sueños. He de admitir que he acabado aquí en cierto modo por lo que redacté esa madrugada. 'El mundo no me pertenece, ergo yo no pertenezco al mundo' pensé mientras te acurrucabas, lento, entre sueños sobre algún viaje a lugares extraordinarios. Pero de eso hace tanto, ¿verdad?, ¿dónde quedaron las ganas tan plenas de de vivir? ¿Qué fue de nosotros y qué somo ahora?
-Dos extraños (...) Si no te das prisa el café se enfriará y vos habrá derrochado ese maravilloso expresso. (Olor a canela y a viejo, café: mi café, cierto)
¿Por dónde iba? ¡Ah...! ¿No sientes la necesidad de volver, verdad?
-Todo lo que tengo va conmigo, no necesito volver porque las maletas siempre estuvieron hechas.
'Dos extraños...' Le sigo dando vueltas a esas palabras, quizás sea verdad y la naturaleza de este viaje (además de para encontrarme a mi misma y sus respuestas) fue en valde. 'La urgencia nos hizo envejecer demasiado pronto'.
-Le das demasiada importancia al tiempo. Vos no has cambiado nada, seguís siendo la misma. -Sonrisas nostálgicas asomaron nerviosas entre el hueco de la cuchara y el vaso, apenas perceptibles.- ¿Cómo me has encotrado?
Simplemente llegó el momento en el que dejé de buscarte y de tropezar con mis recuerdos, fue algo curioso.
Y tú, que sigues entre sueños; y yo, que los efectos de la cafeína me impiden dejar el bolígrafo y acercarme un poco más para soñar junto a ti. ¿Sabes? algún día te veré por Buenos Aires, pero serán otros tiempos y otras realidades.
http://www.youtube.com/watch?v=L4sa2HoXpsE&ob=av3e
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