Y una cama y un ladrido.
¡Que se oiga!
Y cuando la vida te folla y te deja solo después de latir el son de lo que marca.
Y un discurso y una boca pa’ morderte la lengua mientras te pierdo.
Y me quedo solo después de escuchar el son de lo que marca.
Y vomito pa’ soltar y no echar de menos los balcones donde me dormí
mientras el teatro de los balcones cerraba el telón.
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