miércoles, 15 de diciembre de 2010

Dijeron que vendrían tiempos mejores.

Volverás a reirte de veras si te quedas conmigo... si te quedas conmigo...

-Tanto tiempo hacía que no me quedaba mirando mis sábanas recordando que una noche vi tapar su silueta con ellas. Una lágrima de nostalgia peregrinó por mi mejilla y se quedó orando en la comisura de mis labios. ''Viejo iluso... tiempo atrás ligaste tu vida a ella para después decidir que no era el momento. Y ahora que sientes que sí lo es no la encuentras.'' Ella, a la que tanta urgencia necesito besar, se esfumó por huír de su espera. Una espera de largos años dedicados querer volver a verme aparecer y mientras yo entre tactos de otras mujeres que no me llenaron tanto como sus palabras o su pelo. Y ahora sé que no me arrepiento de lo que hice, sólo quiero que vuelva y que haga detener ese ruido del reloj que tanto me molesta. Quiero que sea mi tiempo y que todo lo que tenga lo vuelva a dedicar a mí como hizo antes. Prometeré no volver a romper otra vez su sonrisa ni hacer sangrar sus palabras para forzar una situación en la que no quería estar.

(...)

-Hubo días en los que quise llamarle, entrar a su casa con una película y unas cervezas para celebrar el año nuevo a nuestra manera. Arroparnos en la misma manta y quedarnos dormidos sin importar que volvió a pasar otro año sin que nada volviese a suceder. Escuchar sus anécdotas y el nombre de la chica de turno... Bueno, eso era algo con lo que tenía que convivir si quería seguir con él. Él dejó de saber que yo le seguía esperando en la penunbra de quien ya no guarda esperanza alguna, por eso no le culpo de las noches que pasé llorando y temblando de frío. Intenté dejarlo todo, olvidar que él en muchos aspectos seguía dependiendo de mí y marcharme lejos. Estudiar, aprender nuevas lenguas y sobre todo viajar sin contar con nadie.
Mi despedida brilló por su ausencia: no fui capaz de acercarme hasta su casa aquella navidad y decirle que no le podía volver a ver en años. Supongo que fue por la previsibilidad de mis actos, si él me lo hubiese pedido, sé que me hubiese quedado. Soy débil, siempre lo he sido. Pero no cobarde, eso nunca... Espero que esté donde esté, en algún momento se siga acordando de mí. Ya sólo me queda esperar eso.

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