Defiendes la posibilidad de felicidad actual ante el irremediable problema de estar en la mierda en el futuro. Ese Carpe Diem está distorsionado en la retina de tu realidad, no paras de pensar que tú y tu forma de actuar llegaréis a buen puerto. ¡Cállate ya! Deja de decir estupideces que no agradan a nadie, nada más que a ti. Despierta de una jodida vez y deja de creer que tienes razón, de llegar a la conclusión de que la bohemia templanza es el mejor remedio para estos tiempos que corren. Sólo consigues marchitarte por dentro y arrastrar al fango a los que te rodean. Date un respiro y piensa si merece la pena desperdiciar todo en cosas efímeras y sin sentido.
Si ves que todos lo que te rodean te llevan la contraria es porque el que está equivocado eres tú y no el mundo como te quieres hacer creer.
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