Hay personas que se cruzan en tu camino por un periodo de tiempo y que luego se marchan. A veces vuelven a rondar tu memoria y piensas qué será de sus vidas, si ya encontraron a la persona de sus sueños o si finalizaron la carrera con éxito. Segundos después de recordarlos se vuelven a esfumar en el olvido y tú continúas con tu vida como si jamás hubieses conocido su nombre.

También hay quien nunca aparece. Nunca sabrás su nombre ni su rostro y no serán capaces de brindarte ningún recuerdo.

Además, existen las personas que no te abandonan. Que encuentran la comodidad en tus abrazos y en tus consejos. Tu risa les apasiona y quieren quedarse cerca de ti para siempre. Crear una vida donde las memorias no importen, pues saben que todavía queda un enorme futuro plegado entre vosotros. Al cabo del tiempo dependemos de esas personas que siempre están, sin ellas no nos quedaría gran cosa. Y lo peor es que no lo tenemos muy en cuenta.

Luego hay gente que te engancha por la camisa y que te hace ver mundo. Y, aunque luego se vayan, sabes que nunca te abandonan. Porque, en muchos sentidos, eres así por ellos y dentro de ti se lo debes.

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-¿Diga?
-Hola, ¿está Annie?
-No, no está. ¿De parte quién?
-Ah... no importa. Dile que devuelva la llamada a un tal viajero que ha vuelto a casa durante un tiempo. Ella sabrá cómo encontrarme.

(pi, pi, pi,....)

[...]

-Hoy han llamado al fijo de casa preguntando por ti.
-¿A sí? ¿Y quién era?
-Un viajero o algo así... No me quiso decir su nombre.

Aparta la cena de su lado y mira inquisitivamente a su madre. Después de tres años sin noticias de él ahora no puede creer que haya vuelto.

-¡¿Y por qué no me lo has dicho antes?!
-Pensaba que era una broma telefónica...
-Bueno, déjame la cena en la nevera.- Se levanta estrepitosamente de la mesa y se dirige hacia la puerta mientras que se va colocando a duras penas el abrigo lo más rápido que puede.- creo que esta noche me voy a reencontrar con mi pasado. Joder... le he echado tanto de menos a ese maldito idiota... Me alegra saber que ha vuelto después de cumplir gran parte de su sueño.
-No vuelvas tarde, Ann...
-¡Te llamo!
Se despide de su madre y sale lanzada por la puerta de su casa, consciente que la tocará esperar al autobús para presentarse en casa de este impresentable. Sí, será todo lo que ella quiera, pero por fin ha vuelto y no va a desaprovechar este poco tiempo que saben que tienen.