sábado, 13 de noviembre de 2010

Look at the stars falling down.

Retumban entre mis brazos las ganas de vivir. De suplicar por poder abrazar cada momento. Casi han pasado un par de meses (o incluso más) y los he sentido volar demasiado deprisa, mis expectativas se exprimen y condensan en la barra de aquel bar de Madrid. Fue en aquel lugar donde me cogiste de la mano y, obcecado, dijiste que sería para siempre. Que jamás lo olvidarías y que mis conocimientos sobre ti eran pésimos. Pero no somos tan diferentes, ambos sabemos que no podemos mantener nuestras promesas por mucho tiempo. Dame tus motivos, pero no una segunda oportunidad porque sabemos que nunca saldría bien. Recoge el abrigo del perchero y salgamos de aquí, hay miles de posibilidades para poder soñar aunque para ello no sea necesario recordar. El frío del exterior ciega mi propósito, ya no las veo venir. Guíame hasta el final de esa calle, sólo pido eso. El final del trayecto intentaré recorrerlo yo sola aunque después, por las noches, no sea capaz de dormir.



[And maybe someday we will meet.
And maybe talk, and not just speak.
Don't buy the promises cause
there are no promises I keep,
and my reflection troubles me,
so here I go.]

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