viernes, 27 de mayo de 2011

Hay días en los que los invencibles pierden; donde los largos discursos se llenan de vacíos léxicos a causa de mentes necias. Días que sirven para levantar a una comunidad ante aquellos que limitan sus libertades mas puras. Cuando de nada sirven las lágrimas y lo único que queda son amplias sonrisas imposibles de derribar.

E independientemente, mi cabeza se inclina hasta los cientochenta grados y se queda patas arriba mis pensamientos. Locura transitoria transitada por bienaventurados pensamientos; la inocencia se vuelve a purificar siempre que haga falta para que de forma inconsciente siga temblando cuando sigues haciéndome cosquillas en la nuca; cuando cantas canciones al oído y cuentas tus secretos en pequeños latidos.


Y de forma peculiar me fui volviendo indefensa ante las diminutas palabras que me dedicas cuando nadie nos mira.

lunes, 16 de mayo de 2011

Desconectada.

''Sin mediar palabra pero intentando decirlo todo''. Así no se puede ir por la vida, quizás te encuentres con alguien tan contrario a mí que no te comprenda y que no sea capaz de hacerte reír. Si tu cubierta fuese más débil y fácil de romper... entonces sí que lo vería claro. Entonces me haría a tu medida y me acoplaría a tu costado cuando comience a llover y hayamos perdido nuestro escondrijo favorito. Aquel que nos vio nacer cada mañana cuando no había dudas, cuando era siempre y no en ocasiones. Y, al contrario, yo trato de decírtelo todo cuando, incluso, perdí las palabras entre tus pestañas y tus pupilas.


Aprendí que afrontando los momentos más difíciles con humildad se abren mil puertas más. Pero siento que son más veces las que estorbo que las que soy querida. Fatal realidad; conjunción astral indebida.


Tan des/orientada de la realidad que ya me des/conecté de la necesidad de mantenerme en pie. Quizás porque entendí que soy demasiado normal, que no comprendo como a veces me encuentro rodeada de nada. Me dijeron (a mí) que salir por la ventana con las alas que tejí es la idea más indicada. Mañana se verá, hoy me pesa el alma.

jueves, 12 de mayo de 2011

''Sálvame de este frío mortal en la piel.''

Mucha gente celebra muchas cosas. Celebran cosas buenas porque son buenas o cosas malas pensado que son buenas. ¿Y si en el momento de una celebración tu ánimo prefiere contraerse hasta ocupar el más reducido de los lugares? ¿Se debe de hacer tripas corazón y salir vistiendo una sonrisa? Bueno, sinceramente no hay mucho que contrariar, a todo el mundo le gusta estar feliz pero para eso necesitamos un buen motivo (o por lo menos antes era así). De repente es una obligación mostrar los colmillos como si nada pasase... ¡Qué egoístas llegamos a ser! Pero sobre todo nos vence el orgullo cuando conseguimos festejar el más triste de los momentos. No vale excusarse, todo el mundo ha actuado así alguna vez; dejamos en el suelo el corazón y nos vencen actutides que no son naturales.



Y no, los funerales no se celebran; se encienden con un mechero y se deja agotar la cera y la llama esperando a que llegue el momento de volver a colocar una nueva vela por otra persona que vuelve a las quimeras de la noche apacible.

Seguidores