Pic pic

Largos trayectos que se convierten en habituales paisajes. Paisajes que evocan indicios de una vida más olvidada. Por aburrimiento, convierte su lentilla en una cámara y su pupila en obturador. Clic. La foto está hecha; nadie se ha cerciorado de la instantánea tomada. Para ella, para siempre.

Al problema es que no sabe cómo poseerla sin tener que recurrir al recuerdo. Incomprensiblemente, como un impulso animal, su uña comienza a rascar el cristal del vagón y una pequeña pestaña se abre ante ella para ser arrancada por completo similar a un papel de pared desgarrado. Despega el pequeño trocito de papel, inmortal fotografía de su mente entre sus dedos. Ahora, para ella, para siempre.

Sentimiento Racional.

Subida al canto de la ventana, el que da a su habitación, enciende una vela para, seguidamente, apagarla. El olor se acerca a su cabello y se impulsa por su melena hacia la dulce silueta de su nariz; tobogán de imaginación de colores. Y mira al vacío con la cera petrificada todavía entre sus dedos, siente muchas cosas, pero no siente la necesidad de exponerlas unas por una y encontrar el hilo que las conecte. El por qué de esas ideas tan espontáneas y puras. Intercambio de miradas de soslayo con el inquilino de enfrente.

Innecesidad de ración(alizar) todos sus pensamientos, incapaz de dejar de apoyarse en el alféizar o de soltar la velita en la mesa. Incredulidad ante tener que desmembrarse ante la realidad.