Si me dices que me calle, me callo. Y el silencio se cuela quisquilloso entre mis ojos y no soy capaz de decir una palabra que no sean las palabra que te guardo a través de un único suspiro. No fueron coincidencias, no surgió nada, todo lo acabamos por buscar nosotros sin atender a nuestra razón enfermiza. Locos por querer predecirlo todo cuando la probabilidad de que las cosas sucedieran estuvieron siempre a nuestro lado. Y todo esto te lo digo sin abrir los labios. Porque, pequeño, si me dices que lo guarde todo y me vaya soy capaz de hacerlo pero únicamente si prometes que más adelante conseguirás alcanzarme y abrazarme tan fuerte que ya no tenga mas adicción que de soñar contigo.
________________________________
Querida Annie,
Hacía tiempo que no te escribía. Las tardes las pasé paseando por las avenidas de la ciudad gris, atravesando parques y cruces sin que pudiese quitarme ese recuerdo en mí. Dejé de concebir el tiempo como algo pasajero, él ahora se convirtió en mi amante y los dos dibujamos muñecos que recuerdan a ti y a mí en aquellos tiempos sobre los cristales empañados del ferrocarril. El abrigo que me compraste está empezando a coger polvo. No es que lo tenga olvidado, sino que lo tengo envuelto todavía en tu aroma y la pena se apodera de mí cada vez que al abrir el armario se escapa tu fragancia. Me estoy volviendo un viejo cascarrabias, cada vez voy acumulando más manías y después de ti no fui capaz de encontrar a nadie que me volviera a hacer reír de aquella manera. Todo lo que viví siento que empieza a pesar en mi cuerpo y me envejece y me hace caer una y otra y otra vez... Oh Annie... No miento si te digo que me hiciste el hombre más afortunado en el mundo sólo por haber podido aprovechar cada segundo que pasé contigo. Ya no tengo dinero ni ganas para bajar al bar de abajo y quedarme ebrio en la barra hasta que el Sol volviese a surgir. Ya no tengo el suficiente coraje para arreglarme y pasear por tu parque favorito, ese en el que pasabas horas leyendo clásicos a los pies de un almendro, sentada en ese banco de metal con adornos florales que hacían juego con tu cabello castaño y ondulado.
Ya no soy yo, Annie. Menos mal que no estás aquí para comprobarlo, que la última imagen que pudiste tener de mí fue de hace más de diez años cuando todavía tenía ganas para seguir contándolo.
jueves, 9 de diciembre de 2010
miércoles, 8 de diciembre de 2010
-Desgraciadamente jamás podré encontrarlo.
-¿El qué?
-Lo que estoy buscando...
-Bueno, eso ya lo sé. ¿Me podrías dar una pista más?
Ella deja de mirar el suelo para centrarse en sus ojos marrones. Esta noche no están brillando para ella, brillan interiormente para otra persona. Una sonrisa fugaz cruza su cara de princesa por un momento. Pero no se podría interpretar como felicidad. Esta noche no.
La oscuridad del cielo y su cara pálida ya no le himnotiza. En realidad ella no ha cambiado nada, pero para él ya no es lo mismo. No la necesita para nada en su vida, o eso es lo que quiere pensar. Se cruza de brazos intentando construir una muralla para apartarla de sus pensamientos. Ella lo nota, no sabe en qué momento de las últimas semanas quiso comportarse de esta guisa con ella. Apartarla para que no sufriera, qué estupidez tan estúpida.
-Te estoy buscando a ti. Desde el preciso instante en el que decidiste desaparecer en mí. No consigo deshacerme de todo lo que pasó por mi manos y no supe amarrar. Necesito que vuelvas en muchos sentidos. No hay más.
-...
-Sé que es difícil. No soy capaz de pedir imposibles. Oh... mira, está empezando a llover.
Y sale disparada a la calzada para dar vueltas con los brazos extendidos y los ojos cerrados. Disfrutando del momento.
Él no es capaz de entender nada. Apoyado en la pared en la misma postura desde principio no es capaz de reprimir una sonrisa. No puede negar que si ella no estuviese para alegrarle la vida un poco más no sería capaz de sonreír de esta manera. Se ha comportado como un idiota al intentar ocultarla la verdad.
Ella se acerca empapada y le toma la mano que no tenía escondida.
-¡Venga, vamos!
Esto ya no le hace tanta gracia. Van a acabar empapados.
-¡Oh, vaaaamos! ¿No me vas a conceder el deseo de bailar los dos bajo el diluvio universal?
Las gotas se lanzan desde su pelo hasta sus mejillas. Si ella se pusiese a llorar no sería capaz de notarlo. Ahora sí, sus ojos brillan otra vez para ella y no se ve capaz de negarle algo tan simple. Un momento que duró milésimas de segundo, pero que le hizo detenerse y no huir de ella. Coloca sus brazos en su cintura y ella en sus hombros. Se lo está tomando enserio la condenada...
Al cabo de unos segundos ella se desmonta en una carcajada perfecta que ahuyenta el silencio de la noche. Y él no es capaz de hacer otra cosa que acompañarla entre sonrisas hacia donde se encuentran los demás.
-Sí - dice ella mientras que le agarra de la mano para poder mantener su ritmo.- Son estas cosas las que echaba de menos.
-¡Pero si nunca hemos vivido cosas así!
-Por eso mismo.
-¿El qué?
-Lo que estoy buscando...
-Bueno, eso ya lo sé. ¿Me podrías dar una pista más?
Ella deja de mirar el suelo para centrarse en sus ojos marrones. Esta noche no están brillando para ella, brillan interiormente para otra persona. Una sonrisa fugaz cruza su cara de princesa por un momento. Pero no se podría interpretar como felicidad. Esta noche no.
La oscuridad del cielo y su cara pálida ya no le himnotiza. En realidad ella no ha cambiado nada, pero para él ya no es lo mismo. No la necesita para nada en su vida, o eso es lo que quiere pensar. Se cruza de brazos intentando construir una muralla para apartarla de sus pensamientos. Ella lo nota, no sabe en qué momento de las últimas semanas quiso comportarse de esta guisa con ella. Apartarla para que no sufriera, qué estupidez tan estúpida.
-Te estoy buscando a ti. Desde el preciso instante en el que decidiste desaparecer en mí. No consigo deshacerme de todo lo que pasó por mi manos y no supe amarrar. Necesito que vuelvas en muchos sentidos. No hay más.
-...
-Sé que es difícil. No soy capaz de pedir imposibles. Oh... mira, está empezando a llover.
Y sale disparada a la calzada para dar vueltas con los brazos extendidos y los ojos cerrados. Disfrutando del momento.
Él no es capaz de entender nada. Apoyado en la pared en la misma postura desde principio no es capaz de reprimir una sonrisa. No puede negar que si ella no estuviese para alegrarle la vida un poco más no sería capaz de sonreír de esta manera. Se ha comportado como un idiota al intentar ocultarla la verdad.
Ella se acerca empapada y le toma la mano que no tenía escondida.
-¡Venga, vamos!
Esto ya no le hace tanta gracia. Van a acabar empapados.
-¡Oh, vaaaamos! ¿No me vas a conceder el deseo de bailar los dos bajo el diluvio universal?
Las gotas se lanzan desde su pelo hasta sus mejillas. Si ella se pusiese a llorar no sería capaz de notarlo. Ahora sí, sus ojos brillan otra vez para ella y no se ve capaz de negarle algo tan simple. Un momento que duró milésimas de segundo, pero que le hizo detenerse y no huir de ella. Coloca sus brazos en su cintura y ella en sus hombros. Se lo está tomando enserio la condenada...
Al cabo de unos segundos ella se desmonta en una carcajada perfecta que ahuyenta el silencio de la noche. Y él no es capaz de hacer otra cosa que acompañarla entre sonrisas hacia donde se encuentran los demás.
-Sí - dice ella mientras que le agarra de la mano para poder mantener su ritmo.- Son estas cosas las que echaba de menos.
-¡Pero si nunca hemos vivido cosas así!
-Por eso mismo.
lunes, 6 de diciembre de 2010
La televisión anuncia los mismos desastres mundiales de siempre. Ella agarra el mando a distancia y pulsa el botón rojo para hacer desaparecer la imagen. El salón se envuelve en silencio. Un suspiro largo e intenso surge de sus labios. Está cansada, hoy ha vivido muchas emociones extrañas y no ha sido capaz de soltarlo todo. Se podría decir que es un almacén de sentimientos sin nombre y totalmente desordenados.
Se lanza entre los cojines del sofá reclamando un tiempo para poner en orden su cerebro o un intento de ello.
-No tendría que haber aparecido. No para echarme en cara todas las cosas que dijiste no fui capaz de hacer. Tú no puedes tener la clave de todo. No puedes intentar comprenderme cuando ni siquiera quisiste conocerme. Cuando ahora no me conoces... Lo único que conseguiste con esto es dolor. Tanto en ti como en mí. Aunque no te estés dando cuenta.
Se lanza entre los cojines del sofá reclamando un tiempo para poner en orden su cerebro o un intento de ello.
-No tendría que haber aparecido. No para echarme en cara todas las cosas que dijiste no fui capaz de hacer. Tú no puedes tener la clave de todo. No puedes intentar comprenderme cuando ni siquiera quisiste conocerme. Cuando ahora no me conoces... Lo único que conseguiste con esto es dolor. Tanto en ti como en mí. Aunque no te estés dando cuenta.
sábado, 4 de diciembre de 2010
Lo dejaste escapar.
En algún lugar lejano a tu corazón ella sigue pensando qué será de tu vida. Después de todos estos años sin dar señales de vida, ¿de verdad esto te mereció la pena? No sabes si la echas de menos; pensastes que ese vacío que dejó ella lo podría llenar otras personas sin problemas. No te confundas. Cada persona te llena de una determinada manera. ¿Que no te llenó dices? ¿Que todo lo que le susurraste fueron palabras sin significado? Eso no era problema de ella... Ella te tomó la palabra en cada cosa que brotó de tu boca. Y solemne sigue esperándo a que vuelvas a aparecer por alguna calle de Buenos Aires, que la abraces y que la asegures que todo fue una locura. Pero...¿sabes? Te estaría mintiendo si de verdad fuera así. Ahora es ella la que no te necesita, la que decidió sentarse en aquel taburete frente a las notas de aquel piano, y tocar vuestra canción sin que ninguna lágrima interrumpiera la melodía. Porque llorar por ti no sirvió para nada.
Y el café sigue templado. No pidas imposibles, que para eso no somos superhéroes.
Y el café sigue templado. No pidas imposibles, que para eso no somos superhéroes.
viernes, 3 de diciembre de 2010
¿Qué entiende usted por leyendas?
Son historias que nos contaron de pequeños y que todavía nos gustan escuchar. Nos las seguimos creyendo e incluso vivimos según ellas. Son leyendas románticas, leyendas de caballeron que acaban muertos por sus ideales. Sin remedio. Cargando su final desde la primera frase del cuento.
Son personas que colocaron de forma perfecta unas notas musicales que quedaron fijadas en el tiempo y en un espacio. Son museos de creaciones maravillosas, abiertas a todo el mundo que le guste la buena música de tiempos pasados. Iconos. Estrellas.
Son mentiras para los escépticos. Son minucias para los que creen que el mundo se formó cuando ellos nacieron. Pero lo que importa es qué son para ti...
____________________________________
¿Pretendes seguir tus propios pasos? Ni lo intentes, pues estás caminando sobre unos ya marcados sobre el asfalto. Pises por donde pises, encontrarás un indicio de desoriginalidad. Tú ya no puedes hacer nada nuevo por la humanidad, ni siquiera por ti mismo, ¿entonces qué estamos haciendo aquí? Sinceramente no me lo puedo contestar, porque no sé la respuesta.

Sólo tú serás capaz de buscar tus taras y solucionarlas. Nadie lo hará por ti, alarga tu mano para encontrar y déjala reposar sobre la brisa de invierno, sintiéndo el frío.
No elijas el camino más fácil, porque es el que se acaba antes.
Son personas que colocaron de forma perfecta unas notas musicales que quedaron fijadas en el tiempo y en un espacio. Son museos de creaciones maravillosas, abiertas a todo el mundo que le guste la buena música de tiempos pasados. Iconos. Estrellas.
Son mentiras para los escépticos. Son minucias para los que creen que el mundo se formó cuando ellos nacieron. Pero lo que importa es qué son para ti...
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¿Pretendes seguir tus propios pasos? Ni lo intentes, pues estás caminando sobre unos ya marcados sobre el asfalto. Pises por donde pises, encontrarás un indicio de desoriginalidad. Tú ya no puedes hacer nada nuevo por la humanidad, ni siquiera por ti mismo, ¿entonces qué estamos haciendo aquí? Sinceramente no me lo puedo contestar, porque no sé la respuesta.

Sólo tú serás capaz de buscar tus taras y solucionarlas. Nadie lo hará por ti, alarga tu mano para encontrar y déjala reposar sobre la brisa de invierno, sintiéndo el frío.
No elijas el camino más fácil, porque es el que se acaba antes.
jueves, 2 de diciembre de 2010
I'm better near to you.
http://www.youtube.com/watch?v=DVc035uvw8Q
I got a notion to say what doesn't feel right
Got an answer in your story today
It gave me a sign that didn't feel right, no
So don't knock it, don't knock it, you've been here before.
I got a notion to say what doesn't feel right
Got an answer in your story today
It gave me a sign that didn't feel right, no
So don't knock it, don't knock it, you've been here before.
Y entran en mi cabeza como una bandada de pájaros. Revolotean. Incitan. Apremian. No se van y mis ideas se desordenan como una librería abandonada. No, nunca malgastaría mi tiempo en soñar con sueños ya vividos. No releería un libro. No pisaría los lugares donde fui tan feliz... No, porque hay cosas que no hay que repetir durante la corta vida que tenemos. Sería un gasto del tictac innecesario
Y la melodía expresa colores que todavía no tienen forma, mecen mis oídós y me guían hasta el equilibrio que en la realidad no soy capaz de mantener. Y me siento tan libre que todo lo que no sean notas acompasadas no me importa.
Vive lento. No hay prisa, pero tampoco pierdas el tiempo.
miércoles, 1 de diciembre de 2010
Apártate, quiero vivir.
Defiendes la posibilidad de felicidad actual ante el irremediable problema de estar en la mierda en el futuro. Ese Carpe Diem está distorsionado en la retina de tu realidad, no paras de pensar que tú y tu forma de actuar llegaréis a buen puerto. ¡Cállate ya! Deja de decir estupideces que no agradan a nadie, nada más que a ti. Despierta de una jodida vez y deja de creer que tienes razón, de llegar a la conclusión de que la bohemia templanza es el mejor remedio para estos tiempos que corren. Sólo consigues marchitarte por dentro y arrastrar al fango a los que te rodean. Date un respiro y piensa si merece la pena desperdiciar todo en cosas efímeras y sin sentido.
Si ves que todos lo que te rodean te llevan la contraria es porque el que está equivocado eres tú y no el mundo como te quieres hacer creer.
Si ves que todos lo que te rodean te llevan la contraria es porque el que está equivocado eres tú y no el mundo como te quieres hacer creer.
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